Autorretrato, ENTREGA FINAL
La introspección es un acto profundo y revelador, es como un viaje hacia el interior de uno mismo que a se encuentra quizas en los momentos más cotidianos. Uno de esos momentos puede ocurrir en el baño, cuando nos vemos frente al espejo. Es un espacio íntimo y personal, donde se silencia el ruido del exterior y quedamos a solas con nuestros propios pensamientos. Al mirarnos en el espejo, no solo vemos nuestro reflejo físico, sino que también nos enfrentamos a nuestra propia esencia. Cada línea, cada imperfección y cada rasgo cuenta una historia de nosotros mismos. Es un retrato de nuestra vida, de nuestras experiencias y emociones. El reflejo se convierte en un lienzo donde se plasman nuestras dudas, nuestros miedos y nuestras esperanzas.
Planta de luces:
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